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lunes, 2 de mayo de 2011

El arte de la guerra; la geopolítica.

La Geopolítica, como define John Agnew, es como un mosaico de lugares vinculados y diferenciados a través de formas diversas. Es decir, territorios que tienen un valor estratégico añadido a nivel político y económico.
Sin duda, quien domina la geopolítica domina un instrumento para la guerra. Aunque también, podría ser un instrumento para la paz.

Con la caída de la Unión Soviética, entrabamos en un nuevo escenario global marcado por la expansión de la globalización neoliberal a otras regiones. Definitivamente, se abandonaba la estrategia defensiva de la Guerra Fria y se acababa con la estrategia ideológica acuñada por Brzezinski. Con este nuevo modelo de estrategias ofensivas las principales potencias pretendían alcanzar:

Primero. El control de los territorios estratégicos, (un juego de política y geografía).

Y Segundo: el control de los recursos naturales de más valor.

A partir del once de setiembre de 2001, y con la caída de las torres gemelas, la administración Bush (encabezada por Dick Cheney) iniciaba una nueva ofensiva.
Se producía así un nuevo escenario (llamado de Estrategia de Seguridad Nacional, a partir de 2002) basado en guerras preventivas contra los miembros pertenecientes a los rogue states “los estados canallas”.


John Agnew clasificaba las características para la elección de los estados canallas de la siguiente manera:

1. Los que dan apoyo político al terrorismo, por tanto, no se someten a la voluntad de los Estados Unidos y,

2. fabrican o poseen armas de destrucción masiva. (Irán, Iraq, Corea del Norte, Libia y Siria).


Para declarar la “guerra preventiva” a estos estados se debían de reunir una serie de condiciones que Chomsky (2004) clasificaba así:

1. El objetivo debe de estar prácticamente indefenso

2. Ha de ser lo suficientemente importante como para justificar la molestia.

3. Ha de poder retratarse como la encarnación del mal y como una amenaza inminente para nuestra supervivencia.

Lenin (1917) ya definió la Guerra Imperialista como una guerra de conquista, de bandidaje y de rapiña. Sin duda, una guerra por el repartimiento del mundo que continúa hoy en día.

Lamentablemente, la actual etapa imperialista se caracteriza por:

Primero: búsqueda de recursos naturales necesarios para la independencia energética y la hegemonía mundial. (Aportación de Jonh Agnew)

Segundo: desarrollo de una industria destinada al control de las opiniones y las actitudes de las persones a través de la propaganda. (Noam Chomsky)

Tercero: un nuevo imperialismo unilateral y militarista donde los políticos se llenan la boca de libertad, democracia i derechos humanos. (Michael Mann)

Paralelamente Brzezinski (1998) refuerza la idea de que los Estados Unidos se han convertido en una potencia con unas capacidades de acceso y de control mundial sin precedentes.
Y aunque su pérdida de influencia, es una realidad, afirma que los EUA todavía tienen la supremacía en los 4 ámbitos decisivos del Poder; el Militar (según Mann, no tienen rival.); el Económico (como apunta también Michael Mann, debido en mayor medida al consumo excesivo de sus ciudadanos, más que a su producción); el Tecnológico (control sobre el sector de las telecomunicaciones); y el Cultural (una propaganda y un control sobre las opiniones muy marcado).

En cambio, autores como Huntington y su obra, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, plantean otro escenario posible y centran sus argumentos en la importancia de la dimensión cultural (genealogía, religión, lengua, historia, valores, costumbres e instituciones) en las relaciones entre las diferentes civilizaciones (la occidental, latinoamericana, ortodoxa, islámica, africana, confuciana, budista, hindú, japonesa).

Como afirma, la cultura y las identidades, están configurando las pautas de cohesión, desintegración y conflicto en el mundo de la postguerra.

Presenta el nuevo orden mundial basado en los grupos de sociedades que comparten afinidades culturales y cooperan entre sí. Centrando la atención de los conflictos actuales, sobretodo en el Islam, afirmando que occidente se debe unir entorno a los estados Unidos para proteger-se de los ataques de las sociedades no-occidentales.

A pesar de todo, y de una manera secundaria, también reconoce en los estados-nación la necesidad permanente de búsqueda de Poder y riqueza. Al mismo tiempo que afirma que si la cultura y la geografía no coinciden, se las hace coincidir mediante el Genocidio o la emigración forzada.

Afortunadamente, los imperios son inherentemente inestables en lo político porque sus unidades subordinadas prefieren casi siempre una mayor autonomía. Y si bien no caen; si se separan.

Porlo tanto y como afirmaría Ernesto “Che” Guevara, “Contra el imperialismo no puede haber ni retroceso ni aplazamiento, el único lenguaje es el de la fuerza”.

"Si estáis leyendo esto sois la resistencia"


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